Todos estos días he procurado evitar este tema, evadirlo, esquivarlo, ignorarlo, haciendo todo lo posible por no lastimarme, procurando convencerme y a la vez convencer a los demás de que no me afecta, de que mi vida sigue un ritmo normal y negándome a dar razón para que alguien se enfade conmigo por no “ser fuerte”, sin embargo al final como todo aquello que me jode y me consume, necesito vomitarlo para deshacerme por completo de este sentimiento, que fuera de ser un recuerdo bonito, se ha convertido en una carga pesada.
Mi vida sentimental es una mierda, mis relaciones siempre acaban mal, no por las personas con las que he estado, sino por la actitud totalmente inmadura y cruel que adopto cuando siento que la relación ya no da para más. Una actitud que tiene la capacidad de anular, borrar, olvidar todo cuanto haya hecho bien en todo ese tiempo de relación, la capacidad de arruinar todo por cuanto me esforcé para que funcionara, la- in-cre-í-ble –ca-pa-ci-dad -para estropear todo aquel sentimiento sano y limpio que existió.
Egoísmo? Lo he pensado….pero no, al contrario me atrevo a decir muy orgullosa de mi misma, que mis intenciones siempre han sido evitar en todo lo posible lastimar a las personas con las que he estado.
Y aún cuando he escuchado repetidas veces que las parejas no terminan siendo amigos, me rehúso a creerlo, prefiero que me agobie la idea de no comprender por qué diantres nos complicamos tanto, por qué nos permitimos llegar al punto de preferir mandar todo al tacho que conservar una amistad. Tan poco evolucionados somos? O simplemente soy yo la desubicada?.
Como sea, aclaro que no procuro chantarme toda la responsabilidad de mis decepciones a mi misma (sólo quería desfogar una parte de mí con la que me cuesta lidiar), no quiero quitarle el crédito de sus errores a nadie, no puedo asumir el fracaso yo sola, una relación es de dos. Lo que no debe ser, al final no es.
No guardo resentimientos, ni broncas ni nada negativo (talvez un par de frustraciones refundidas por ahí)…
…realmente por sobre todo, siento un profundo agradecimiento por todo cuanto aprendí, sentí y viví.
Mi vida sentimental es una mierda, mis relaciones siempre acaban mal, no por las personas con las que he estado, sino por la actitud totalmente inmadura y cruel que adopto cuando siento que la relación ya no da para más. Una actitud que tiene la capacidad de anular, borrar, olvidar todo cuanto haya hecho bien en todo ese tiempo de relación, la capacidad de arruinar todo por cuanto me esforcé para que funcionara, la- in-cre-í-ble –ca-pa-ci-dad -para estropear todo aquel sentimiento sano y limpio que existió.
Egoísmo? Lo he pensado….pero no, al contrario me atrevo a decir muy orgullosa de mi misma, que mis intenciones siempre han sido evitar en todo lo posible lastimar a las personas con las que he estado.
Y aún cuando he escuchado repetidas veces que las parejas no terminan siendo amigos, me rehúso a creerlo, prefiero que me agobie la idea de no comprender por qué diantres nos complicamos tanto, por qué nos permitimos llegar al punto de preferir mandar todo al tacho que conservar una amistad. Tan poco evolucionados somos? O simplemente soy yo la desubicada?.
Como sea, aclaro que no procuro chantarme toda la responsabilidad de mis decepciones a mi misma (sólo quería desfogar una parte de mí con la que me cuesta lidiar), no quiero quitarle el crédito de sus errores a nadie, no puedo asumir el fracaso yo sola, una relación es de dos. Lo que no debe ser, al final no es.
No guardo resentimientos, ni broncas ni nada negativo (talvez un par de frustraciones refundidas por ahí)…
…realmente por sobre todo, siento un profundo agradecimiento por todo cuanto aprendí, sentí y viví.
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